-PARODIA-
-o0o-
JOSÉ MARTÍ:
Hay sol bueno y mar de espuma,
arena fina y Pilar
quiere de Cuba escapar
para ser libre en La Yuma*.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Vaya la niña divina!-
dice el padre y le da un beso-
¡vaya mi pájaro preso
a traerme arena fina!'-.
VICTORIA MATA:
Con la 'carne de gallina',
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Yo voy con mi niña hermosa!-
le dice la madre buena-
¡no te manches en la arena
los zapaticos de rosa!'-.
VICTORIA MATA:
-'¡A otra cosa, mariposa!
-le dice la madre buena-
¡con la barriga bien llena
la vida será otra cosa!'-.
JOSÉ MARTÍ:
Fueron las dos al jardín
por la calle del laurel,
la madre cogió un clavel
y Pilar cogió un jazmín.
VICTORIA MATA:
Se fueron en un patín,
se cagaron en Fidel
y del PARAÍSO aquel
pudieron huir, ¡por fin!
JOSÉ MARTÍ:
Ella va de todo juego
con aro, balde y paleta,
el balde es color violeta,
el aro es color de fuego.
VICTORIA MATA:
Vivir en Cuba no es juego,
en harapos y en chancletas,
pendientes de la libreta,
jugando siempre con fuego.
JOSÉ MARTÍ:
Vienen a verlas pasar,
nadie quiere verlas ir,
la madre se echa a reír
y un viejo se echa a llorar.
VICTORIA MATA:
La balsa van a buscar
en la noche, sin decir
'ni pío', porque al salir
las pudieran agarrar.
JOSÉ MARTÍ:
El aire fresco despeina
a Pilar que viene y va
muy oronda: -'¡Di, mamá!,
¿tú sabes qué cosa es reina?'-.
VICTORIA MATA:
El aire fresco despeina
a Pilar que escapará
llevándose a su mamá
a vivir como una reina.
JOSÉ MARTÍ:
Y por si vuelven de noche
de la orilla de la mar,
para la madre y Pilar
manda, luego, el padre el coche.
VICTORIA MATA:
Por eso, al caer la noche,
se tiran las dos al mar
y ya alucina Pilar
con una mansión y un coche.
JOSÉ MARTÍ:
Está la playa muy linda,
todo el mundo está en la playa,
lleva espejuelos el aya
de la francesa Florinda.
VICTORIA MATA:
Quedó atrás la playa linda
donde se mira y se calla
que del turismo es la playa.
¿Y... la gallega Dorinda*?
JOSÉ MARTÍ:
Y ¡qué mala Magdalena,
con tantas cintas y lazos,
a la muñeca sin brazos
enterrándola en la arena!
VICTORIA MATA:
¡Pobre Dorinda*!, ¡qué pena!,
Porfirio* está en malos pasos
con la muñeca en los brazos
y soñando con la cena.
JOSÉ MARTÍ:
Está Alberto, el militar
que salió en la procesión
con tricornio y con bastón
echando un bote a la mar.
VICTORIA MATA:
Viene atrás un militar
que, aprovechando un ciclón,
huyó por el Malecón
con la balsa sin inflar.
JOSÉ MARTÍ:
Conversan allá en las sillas
sentadas con los señores,
las señoras, como flores
debajo de las sombrillas.
VICTORIA MATA:
En Matanzas y en Las Villas,
Oriente y alrededores,
a señoras y señores
les parten las siquitrillas.
JOSÉ MARTÍ:
Pero está con estos modos
tan serios, muy triste el mar,
lo alegre está allá al doblar,
en la barranca de todos.
VICTORIA MATA:
Hay que irse de todos modos,
al otro lado del mar,
ya no van a chancletear
allá, donde JAMAN todos.
JOSÉ MARTÍ:
Dicen que suenan las olas
mejor allá en la barranca
y que la arena es más blanca
donde están las niñas solas.
VICTORIA MATA:
Están 'de madre' las olas,
Pilar ya se siente blanca,
y la vieja, coja y manca,
sueña: -'¡Ya no haré más colas!'-.
JOSÉ MARTÍ:
Pilar corre a su mamá:
-'¡Mamá, yo voy a ser buena!,
'¡déjame ir sola a la arena,
allá, tú me ves, allá!'-.
VICTORIA MATA:
Pilar le grita: -'¡Mamááá!,
¡la cosa no está muy buena!,
¡si la balsa se nos llena
de agua, se nos hundirááá!'-.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Esta niña caprichosa,
no hay tarde que no me enojes!,
¡anda; pero no te mojes
los zapaticos de rosa!'-.
VICTORIA MATA:
-'¡Hija, piensa en otra cosa
y conmigo no te enojes!,
¡las chancletas no te mojes,
la balsa está resbalosa!'-.
JOSÉ MARTÍ:
Le llega a los pies la espuma,
gritan alegres las dos
y se va diciendo adiós
la del sombrero de pluma.
VICTORIA MATA:
El miedo al hambre se suma
y, pensando en el arroz
con frijoles, van las dos
rumbo norte hacia La Yuma*.
JOSÉ MARTÍ:
Se va allá donde muy lejos
las aguas son más salobres,
donde se sientan los pobres,
donde se sientan los viejos.
VICTORIA MATA:
Se van de Cuba bien lejos
para que todo les sobre
donde son menos los pobres
y más felices los viejos.
JOSÉ MARTÍ:
Se fue la niña a jugar,
la espuma blanca bajó
y pasó el tiempo y pasó
un águila sobre el mar.
VICTORIA MATA:
Se pusieron a rezar
y la marea bajó
y en un gran jamón pensó,
ilusionada, Pilar.
JOSÉ MARTÍ:
Y cuando el sol se ponía
detrás de un monte dorado,
un sombrerito callado
por las arenas venía.
VICTORIA MATA:
Después de esa travesía,
fue un milagro haber llegado,
como en un sueño dorado,
en Miami amanecía.
JOSÉ MARTÍ:
Trabaja, mucho, trabaja
para andar, ¿qué es lo que tiene
Pilar que anda así, que viene
con la cabecita baja?.
VICTORIA MATA:
En La Yuma* se trabaja;
pero todo el mundo tiene
de todo, libre va y viene,
ríe, baila, come y viaja.
JOSÉ MARTÍ:
Bien sabe la madre hermosa
por qué le cuesta el andar:
-'¿Y los zapatos, Pilar?,
¿los zapaticos de rosa?'-.
VICTORIA MATA:
La vieja grita nerviosa
y las chancletas Pilar
quiere enseguida cambiar
por zapaticos de rosa.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Ah, loca!, ¿en dónde estarán?,
¡di donde, Pilar!' -'Señora-
-dice una mujer que llora-
¡están conmigo!, ¡aquí están!'-.
VICTORIA MATA:
¡Sabrá Dios donde estarán
las chancletas a esta hora!,
¡pero, lo que importa ahora
es que, por fin, comerán!
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Yo tengo una niña enferma
que llora en un cuarto oscuro,
y la traigo al aire puro
a ver el sol y a que duerma!'-.
VICTORIA MATA:
La vieja se siente enferma
después de tamaño apuro:
-'¡Yo en una fonda me curo
y, después, basta que duerma!'-.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Anoche soñó, soñó
con el Cielo y oyó un canto,
me dio miedo, me dio espanto
y la traje y se durmió!'-.
VICTORIA MATA:
La balsa, por fin, llegó
y no como por encanto;
pero el miedo y el espanto
de Cuba atrás se quedó.
JOSÉ MARTÍ:
-'Con sus dos brazos menudos
venía como abrazando
y yo, mirando, mirando,
sus piesecitos desnudos'-.
VICTORIA MATA:
Le viene un gran estornudo
a la vieja que, llegando,
enseguida está pensando
a Fidel comerse crudo.
JOSÉ MARTÍ:
-'Me llegó a los pies la espuma,
alcé los ojos y vi
a esta niña frente a mí
con su sombrero de pluma'-.
VICTORIA MATA:
-'¡Mamá, estamos en La Yuma*!,
¡finalmente conseguí
venir a parar aquí
a donde tanto se $UMA!'-
JOSÉ MARTÍ:
-'Se parece a los retratos
su niña-dijo-¿es de cera?,
¿quiere jugar?, ¡si quisiera!
¿y por qué está sin zapatos?'-.
VICTORIA MATA:
Después de tan malos ratos,
llegan las dos chancleteras
directo a la 'sagüesera'*,
hambrientas y sin zapatos.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Mira, la mano le abrasa
y tiene los pies tan fríos!,
¡oh toma, toma los míos!,
¡yo tengo más en mi casa!'-.
VICTORIA MATA:
De tanta gente que pasa
a verlas hay un gentío
que grita: -'¡Toma los míos,
yo tengo más en mi casa!'-.
JOSÉ MARTÍ:
-'No sé bien, señora hermosa,
lo que sucedió después,
le ví a mi hijita en los pies
los zapaticos de rosa'-.
VICTORIA MATA:
Y la vieja, temblorosa,
grita también: -'¡Oh, YES, YES!,
¡ya quiero ver en mis pies
los zapaticos de rosa!'-.
JOSÉ MARTÍ:
Se vio sacar los pañuelos
a una rusa y a una inglesa
y el aya de la francesa
se quitó los espejuelos.
VICTORIA MATA:
Se les pusieron los pelos
de punta por la sorpresa,
JOSÉ MARTÍ:
Abrió la madre los brazos,
se echó a Pilar en su pecho
y sacó el traje deshecho
sin adornos y sin lazos.
VICTORIA MATA:
Con la balsa hecha pedazos;
pero ¡en Miami!, es un hecho
que ahora tendrán pan y techo,
ropa, comida y carrazos.
JOSÉ MARTÍ:
Todo lo quiere saber
de la enferma la señora,
no quiere saber que llora
de tristeza, una mujer.
VICTORIA MATA:
A Cuba no va a volver,
ni de juego la señora,
por fin, le llegó la hora
de ser libre y de comer.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Sí, Pilar, dáselo! ¡y eso
también, tu manta, tu anillo!'-,
y ella le dio su bolsillo,
le dio un clavel, le dio un beso.
VICTORIA MATA:
Les traen jamón y queso
y congrí con picadillo,
yuca, biftec, revoltillo
y cubos de café espresso.
JOSÉ MARTÍ:
Vuelven calladas de noche
a su casa del jardín
y Pilar va en el cojín
de la derecha del coche.
VICTORIA MATA:
Y, tragando 'a troche y moche',
piden natilla y pudín.
¡Un buen atracón, por fin!
¡aquí todo es un derroche!
JOSÉ MARTÍ:
Y dice una mariposa
que vio desde su rosal,
guardados en un cristal
Los Zapaticos de Rosa:
-'Fidel es un bicho malo
-o0o-
JOSÉ MARTÍ:
Hay sol bueno y mar de espuma,
arena fina y Pilar
quiere salir a estrenar
su sombrerito de pluma.
VICTORIA MATA:
Hay sol bueno y mar de espuma,
arena fina y Pilar
quiere de Cuba escapar
para ser libre en La Yuma*.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Vaya la niña divina!-
dice el padre y le da un beso-
¡vaya mi pájaro preso
a traerme arena fina!'-.
VICTORIA MATA:
Con la 'carne de gallina',
pensando en su padre preso
(y en pan con jamón y queso),
(y en pan con jamón y queso),
ruega la ayuda divina.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Yo voy con mi niña hermosa!-
le dice la madre buena-
¡no te manches en la arena
los zapaticos de rosa!'-.
VICTORIA MATA:
-'¡A otra cosa, mariposa!
-le dice la madre buena-
¡con la barriga bien llena
la vida será otra cosa!'-.
JOSÉ MARTÍ:
Fueron las dos al jardín
por la calle del laurel,
la madre cogió un clavel
y Pilar cogió un jazmín.
VICTORIA MATA:
Se fueron en un patín,
se cagaron en Fidel
y del PARAÍSO aquel
pudieron huir, ¡por fin!
JOSÉ MARTÍ:
Ella va de todo juego
con aro, balde y paleta,
el balde es color violeta,
el aro es color de fuego.
VICTORIA MATA:
Vivir en Cuba no es juego,
en harapos y en chancletas,
pendientes de la libreta,
jugando siempre con fuego.
JOSÉ MARTÍ:
Vienen a verlas pasar,
nadie quiere verlas ir,
la madre se echa a reír
y un viejo se echa a llorar.
VICTORIA MATA:
La balsa van a buscar
en la noche, sin decir
'ni pío', porque al salir
las pudieran agarrar.
JOSÉ MARTÍ:
El aire fresco despeina
a Pilar que viene y va
muy oronda: -'¡Di, mamá!,
¿tú sabes qué cosa es reina?'-.
VICTORIA MATA:
El aire fresco despeina
a Pilar que escapará
llevándose a su mamá
a vivir como una reina.
JOSÉ MARTÍ:
Y por si vuelven de noche
de la orilla de la mar,
para la madre y Pilar
manda, luego, el padre el coche.
VICTORIA MATA:
Por eso, al caer la noche,
se tiran las dos al mar
y ya alucina Pilar
con una mansión y un coche.
JOSÉ MARTÍ:
Está la playa muy linda,
todo el mundo está en la playa,
lleva espejuelos el aya
de la francesa Florinda.
VICTORIA MATA:
Quedó atrás la playa linda
donde se mira y se calla
que del turismo es la playa.
¿Y... la gallega Dorinda*?
JOSÉ MARTÍ:
Y ¡qué mala Magdalena,
con tantas cintas y lazos,
a la muñeca sin brazos
enterrándola en la arena!
VICTORIA MATA:
¡Pobre Dorinda*!, ¡qué pena!,
Porfirio* está en malos pasos
con la muñeca en los brazos
y soñando con la cena.
JOSÉ MARTÍ:
Está Alberto, el militar
que salió en la procesión
con tricornio y con bastón
echando un bote a la mar.
VICTORIA MATA:
Viene atrás un militar
que, aprovechando un ciclón,
huyó por el Malecón
con la balsa sin inflar.
JOSÉ MARTÍ:
Conversan allá en las sillas
sentadas con los señores,
las señoras, como flores
debajo de las sombrillas.
VICTORIA MATA:
En Matanzas y en Las Villas,
Oriente y alrededores,
a señoras y señores
les parten las siquitrillas.
JOSÉ MARTÍ:
Pero está con estos modos
tan serios, muy triste el mar,
lo alegre está allá al doblar,
en la barranca de todos.
VICTORIA MATA:
Hay que irse de todos modos,
al otro lado del mar,
ya no van a chancletear
allá, donde JAMAN todos.
JOSÉ MARTÍ:
Dicen que suenan las olas
mejor allá en la barranca
y que la arena es más blanca
donde están las niñas solas.
VICTORIA MATA:
Están 'de madre' las olas,
Pilar ya se siente blanca,
y la vieja, coja y manca,
sueña: -'¡Ya no haré más colas!'-.
JOSÉ MARTÍ:
Pilar corre a su mamá:
-'¡Mamá, yo voy a ser buena!,
'¡déjame ir sola a la arena,
allá, tú me ves, allá!'-.
VICTORIA MATA:
Pilar le grita: -'¡Mamááá!,
¡la cosa no está muy buena!,
¡si la balsa se nos llena
de agua, se nos hundirááá!'-.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Esta niña caprichosa,
no hay tarde que no me enojes!,
¡anda; pero no te mojes
los zapaticos de rosa!'-.
VICTORIA MATA:
-'¡Hija, piensa en otra cosa
y conmigo no te enojes!,
¡las chancletas no te mojes,
la balsa está resbalosa!'-.
JOSÉ MARTÍ:
Le llega a los pies la espuma,
gritan alegres las dos
y se va diciendo adiós
la del sombrero de pluma.
VICTORIA MATA:
El miedo al hambre se suma
y, pensando en el arroz
con frijoles, van las dos
rumbo norte hacia La Yuma*.
JOSÉ MARTÍ:
Se va allá donde muy lejos
las aguas son más salobres,
donde se sientan los pobres,
donde se sientan los viejos.
VICTORIA MATA:
Se van de Cuba bien lejos
para que todo les sobre
donde son menos los pobres
y más felices los viejos.
JOSÉ MARTÍ:
Se fue la niña a jugar,
la espuma blanca bajó
y pasó el tiempo y pasó
un águila sobre el mar.
VICTORIA MATA:
Se pusieron a rezar
y la marea bajó
y en un gran jamón pensó,
ilusionada, Pilar.
JOSÉ MARTÍ:
Y cuando el sol se ponía
detrás de un monte dorado,
un sombrerito callado
por las arenas venía.
VICTORIA MATA:
Después de esa travesía,
fue un milagro haber llegado,
como en un sueño dorado,
en Miami amanecía.
JOSÉ MARTÍ:
Trabaja, mucho, trabaja
para andar, ¿qué es lo que tiene
Pilar que anda así, que viene
con la cabecita baja?.
VICTORIA MATA:
En La Yuma* se trabaja;
pero todo el mundo tiene
de todo, libre va y viene,
ríe, baila, come y viaja.
JOSÉ MARTÍ:
Bien sabe la madre hermosa
por qué le cuesta el andar:
-'¿Y los zapatos, Pilar?,
¿los zapaticos de rosa?'-.
VICTORIA MATA:
La vieja grita nerviosa
y las chancletas Pilar
quiere enseguida cambiar
por zapaticos de rosa.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Ah, loca!, ¿en dónde estarán?,
¡di donde, Pilar!' -'Señora-
-dice una mujer que llora-
¡están conmigo!, ¡aquí están!'-.
VICTORIA MATA:
¡Sabrá Dios donde estarán
las chancletas a esta hora!,
¡pero, lo que importa ahora
es que, por fin, comerán!
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Yo tengo una niña enferma
que llora en un cuarto oscuro,
y la traigo al aire puro
a ver el sol y a que duerma!'-.
VICTORIA MATA:
La vieja se siente enferma
después de tamaño apuro:
-'¡Yo en una fonda me curo
y, después, basta que duerma!'-.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Anoche soñó, soñó
con el Cielo y oyó un canto,
me dio miedo, me dio espanto
y la traje y se durmió!'-.
VICTORIA MATA:
La balsa, por fin, llegó
y no como por encanto;
pero el miedo y el espanto
de Cuba atrás se quedó.
JOSÉ MARTÍ:
-'Con sus dos brazos menudos
venía como abrazando
y yo, mirando, mirando,
sus piesecitos desnudos'-.
VICTORIA MATA:
Le viene un gran estornudo
a la vieja que, llegando,
enseguida está pensando
a Fidel comerse crudo.
JOSÉ MARTÍ:
-'Me llegó a los pies la espuma,
alcé los ojos y vi
a esta niña frente a mí
con su sombrero de pluma'-.
VICTORIA MATA:
-'¡Mamá, estamos en La Yuma*!,
¡finalmente conseguí
venir a parar aquí
a donde tanto se $UMA!'-
JOSÉ MARTÍ:
-'Se parece a los retratos
su niña-dijo-¿es de cera?,
¿quiere jugar?, ¡si quisiera!
¿y por qué está sin zapatos?'-.
VICTORIA MATA:
Después de tan malos ratos,
llegan las dos chancleteras
directo a la 'sagüesera'*,
hambrientas y sin zapatos.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Mira, la mano le abrasa
y tiene los pies tan fríos!,
¡oh toma, toma los míos!,
¡yo tengo más en mi casa!'-.
VICTORIA MATA:
De tanta gente que pasa
a verlas hay un gentío
que grita: -'¡Toma los míos,
yo tengo más en mi casa!'-.
JOSÉ MARTÍ:
-'No sé bien, señora hermosa,
lo que sucedió después,
le ví a mi hijita en los pies
los zapaticos de rosa'-.
VICTORIA MATA:
Y la vieja, temblorosa,
grita también: -'¡Oh, YES, YES!,
¡ya quiero ver en mis pies
los zapaticos de rosa!'-.
JOSÉ MARTÍ:
Se vio sacar los pañuelos
a una rusa y a una inglesa
y el aya de la francesa
se quitó los espejuelos.
VICTORIA MATA:
Se les pusieron los pelos
de punta por la sorpresa,
y levantan la cabeza,
dándole gracias al Cielo.
dándole gracias al Cielo.
JOSÉ MARTÍ:
Abrió la madre los brazos,
se echó a Pilar en su pecho
y sacó el traje deshecho
sin adornos y sin lazos.
VICTORIA MATA:
Con la balsa hecha pedazos;
pero ¡en Miami!, es un hecho
que ahora tendrán pan y techo,
ropa, comida y carrazos.
JOSÉ MARTÍ:
Todo lo quiere saber
de la enferma la señora,
no quiere saber que llora
de tristeza, una mujer.
VICTORIA MATA:
A Cuba no va a volver,
ni de juego la señora,
por fin, le llegó la hora
de ser libre y de comer.
JOSÉ MARTÍ:
-'¡Sí, Pilar, dáselo! ¡y eso
también, tu manta, tu anillo!'-,
y ella le dio su bolsillo,
le dio un clavel, le dio un beso.
VICTORIA MATA:
Les traen jamón y queso
y congrí con picadillo,
yuca, biftec, revoltillo
y cubos de café espresso.
JOSÉ MARTÍ:
Vuelven calladas de noche
a su casa del jardín
y Pilar va en el cojín
de la derecha del coche.
VICTORIA MATA:
Y, tragando 'a troche y moche',
piden natilla y pudín.
¡Un buen atracón, por fin!
¡aquí todo es un derroche!
JOSÉ MARTÍ:
Y dice una mariposa
que vio desde su rosal,
guardados en un cristal
Los Zapaticos de Rosa:
-'Fidel es un bicho malo
que nos cambió, entre otras cosas,
'Los Zapaticos de Rosa'
por LAS CHANCLETAS DE PALO'-.
Victoria Mata.
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'Los Zapaticos de Rosa'
por LAS CHANCLETAS DE PALO'-.
Victoria Mata.
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